La máquina perfecta que aún estamos descifrando
Hoy, mientras leía la prensa, me encontré con una entrevista a Rafael Yuste. No conocía su trabajo ni el concepto de neuroderechos. Sus palabras me obligaron a detenerme. No hablaba de ciencia ficción, sino de un futuro que ya está aquí.
España ha lanzado el Centro Nacional de Neurotecnología (Spain Neurotech) en la Universidad Autónoma de Madrid. Una inversión de 200 millones de euros para unir neurobiología, ingeniería e inteligencia artificial. Su apuesta más fuerte: combinar ciencia, ética, derecho y empresa en un mismo espacio.
La neurotecnología avanza rápido. No solo busca curar enfermedades, sino también potenciar habilidades, descifrar pensamientos y, tal vez, modificar el comportamiento.Interfaces cerebro-computadora, estimulación cerebral profunda, implantes neuronales… Lo que hace poco era material de novelas, hoy se prueba en laboratorios de todo el mundo, también en España.
Investigando un poco más, esto es lo que descubrí que Yuste advierte que estamos abriendo la puerta a lo más íntimo que tenemos: la mente. Y ese acceso trae riesgos. Dice que mas o menos que si tu historial de navegación vale oro, imagina lo que vale el acceso directo a tus pensamientos, emociones e intenciones.
Por eso Yuste impulsa los neuroderechos: principios éticos y legales para proteger la privacidad mental, garantizar un acceso equitativo y defender el libre albedrío. Chile ya los ha incorporado en su Constitución, y España comienza a dar los primeros pasos. No es un temor infundado. Sin regulación, gobiernos o empresas podrían manipular decisiones y comportamientos. La distopía dejaría de ser ficción. Propone crear un organismo internacional, similar al OIEA en materia nuclear, para regular la neurotecnología. Lo que está en juego no es solo el cuerpo, sino también la mente.
Entre los avances actuales destacan los neuroestimuladores que alivian síntomas de Parkinson y epilepsia.
Interfaces que permiten a personas paralizadas mover prótesis con el pensamiento.
Un casco australiano capaz de leer pensamientos no verbalizados.
Estudios para mejorar la memoria en pacientes con Alzheimer.
Interfaces que permiten a personas paralizadas mover prótesis con el pensamiento.
Un casco australiano capaz de leer pensamientos no verbalizados.
Estudios para mejorar la memoria en pacientes con Alzheimer.
Estas tecnologías pueden devolver movilidad, voz y autonomía. Su lado más humano está en lo que devuelven a quienes habían perdido tanto.
Quizá en poco tiempo llevar un sensor cerebral sea tan normal como usar un smartwatch. La educación, el trabajo y la comunicación podrían transformarse por completo. Pero el poder tecnológico necesita límites.
Pensar antes de ceder
La neurotecnología no es el enemigo. Es una herramienta. Puede sanar, mejorar y liberar. Pero también puede controlar, vigilar o distorsionar.
Necesitamos regulación, reflexión y una conversación abierta. Antes de conectar nuestras mentes a las máquinas, deberíamos asegurarnos de estar conectados entre nosotros con principios claros y humanos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario