En los años 60, cuando estudiaba en Badajoz, nos enseñaban una segunda lengua en el instituto. Yo elegí francés. En ese momento no parecía importante. Era una asignatura más, al nivel de Formación del Espíritu Nacional o Religión. Le dedicabas el tiempo justo para aprobar y poco más.
Con el tiempo entendí lo que nadie nos explicó entonces: hablar otro idioma no era un adorno educativo, era una herramienta clave. Si hubiera aprovechado mejor aquellos cuatro años de bachillerato, me habría abierto más puertas en lo profesional. Hoy lo tengo claro: saber idiomas marca la diferencia. Y ya no basta solo con inglés.
Por eso me pareció útil el artículo publicado hoy en El País, titulado “Hablar un inglés fluido ya no es diferencial”(Óscar Granados, 11 de mayo de 2025). Lo resumo porque dice verdades importantes para cualquiera que esté estudiando, trabajando o buscando mejorar su perfil.
Hoy el inglés ya no es un valor añadido, es un requisito básico. Las empresas lo consideran al mismo nivel que saber usar el correo electrónico o Word. Se espera que lo tengas, sobre todo si aspiras a puestos con responsabilidad o contacto internacional. El nivel mínimo aceptado es un B2, suficiente para mantener una conversación profesional. Pero eso, por sí solo, ya no impresiona.
Lo que realmente marca la diferencia es una tercera lengua. No hablamos solo de francés o alemán. El interés también crece por idiomas como portugués, italiano, árabe, japonés o chino mandarín. Estos idiomas tienen impacto directo en el salario. El artículo cita datos de InfoJobs que muestran que saber alemán puede aumentar el sueldo medio en más de 10.000 euros anuales. El chino también mejora las condiciones salariales y su demanda sigue creciendo, sobre todo en empresas con conexiones con Asia.
Además de lo profesional, hablar varios idiomas mejora la capacidad de adaptación, la flexibilidad mental y la integración en entornos multiculturales. Y eso, en un mundo globalizado, ya no es un detalle menor.
Un dato llamativo: España está entre los países europeos con más personas que nunca han aprendido un segundo idioma. En 2023, solo el 39% decía poder mantener una conversación en inglés. Mejor que Italia, sí, pero por detrás de Francia, Portugal y los países nórdicos.
Si estás estudiando, trabajas o simplemente quieres crecer, mi recomendación es clara: invierte en aprender idiomas. No esperes a que te haga falta. Hazlo antes. Si tienes hijos o nietos, anímales a no ver los idiomas como una asignatura de relleno, como nos pasó a muchos. Hoy ya no es una opción. Es una necesidad.
📌 Artículo completo en El País: “Hablar un inglés fluido ya no es diferencial” por Óscar Granados (11 de mayo de 2025)
No hay comentarios:
Publicar un comentario