La Jubilación: Cambio, Libertad y Reinvención Personal
El secreto de una buena vejez no es otra cosa que un pacto honrado con la soledad.
Gabriel García Marquez
La jubilación: un cambio, no un final
La jubilación marca el cierre de una etapa profesional, pero no el final de una vida activa. Aunque suele imaginarse como un periodo de descanso, también plantea retos importantes. Cómo se vive esta transición depende de varios factores: situación económica, red social, entorno cultural y, sobre todo, la actitud personal.
En este texto comparto mi experiencia con la jubilación —con sus claroscuros— y algunas ideas sobre lo que la sociedad debería ofrecer a quienes llegan a esta etapa.
El enfoque hacia la jubilación varía mucho entre países. En Japón, el respeto a los mayores se traduce en programas comunitarios que mantienen a los jubilados activos. En los países escandinavos, el Estado garantiza bienestar integral: buena atención sanitaria, actividades recreativas y respaldo económico sólido.
España ofrece iniciativas como los viajes del IMSERSO o las universidades populares, pero su alcance es limitado. La precariedad laboral previa y las desigualdades de renta lastran el acceso a un retiro digno.
Un artículo de El País (12 de septiembre de 2024) destaca que, a pesar de nuestra alta esperanza de vida y un sistema sanitario universal, enfrentamos problemas estructurales: baja renta per cápita y una brecha económica creciente que afecta tanto a los jubilados actuales como a los que vendrán.
Tras una larga trayectoria como funcionario público, la jubilación supuso un cambio significativo, pero positivo. En lugar de quedarme inactivo, decidí aprovechar esta etapa para explorar nuevas oportunidades personales y creativas
Actividades cotidianas como cuidar de mis nietos, pasear con nuestra perrita teckel o hacer la compra ahora tienen otro valor. Me dan estructura, sentido y conexión.
También he explorado nuevos intereses: dibujo, escritura, música digital. No solo alimentan mi creatividad, también me empujan a motivar a otros jubilados a hacer lo mismo. La jubilación no es resignación. Es reinvención.
Uno de los grandes valores de esta etapa es la libertad de elegir. Como decía Confucio:
“Elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida.”
Esa idea me acompañó durante mi vida laboral, y hoy la aplico a mi tiempo libre. No vivo anclado al pasado: lo valoro, pero el presente me
No todo es positivo. Muchos jubilados en España se enfrentan a realidades duras: pensiones insuficientes, altos impuestos y una sensación constante de estar pagando más de lo justo, incluso tras décadas de contribuciones.
La sanidad pública y la calidad ambiental son puntos fuertes, sí. Pero no compensan la desigualdad económica ni la escasa integración social de las personas mayores.
Mientras países como Noruega o Suiza lideran en calidad de vida para jubilados, España sigue atrás. Hace falta una reforma estructural seria.
Más allá del dinero, el retiro también golpea en lo emocional. Para mucha gente, el trabajo es identidad y pertenencia. Su ausencia puede dejar un vacío difícil de llenar.
Mantener amistades cercanas puede ser fundamental para evitar el aislamiento. También he aprendido que no siempre es fácil compartir tu alegría por esta etapa. A veces, hay que vivirla en silencio.
La jubilación se vive mejor cuando hay actividades con sentido. Los ejemplos de Japón y los países nórdicos lo muestran: los programas comunitarios ayudan a mantener el compromiso social y la energía vital.
En mi experiencia, realizar ejercicio regularmente, viajar ocasionalmente y explorar mis intereses ha estructurado mis actividades diarias. Mi recomendación es explícita: hacer algo. Aprender cosas nuevas. Hacer voluntariado. Escribir. Pintar. Este es un libro abierto. Cada día puede ser una página que vale la pena escribir.
El envejecimiento de la población en España obliga a pensar en serio el futuro del sistema. Sin reformas profundas, las próximas generaciones enfrentarán un panorama aún más incierto.
Necesitamos corregir desigualdades, mejorar la educación financiera y asegurar pensiones que permitan vivir con dignidad, no solo sobrevivir. Y también hay que cambiar la narrativa: la jubilación no es el final de la vida útil. Es otra forma de seguir aportando.
Una sociedad que valora a sus mayores no lo hace por lo que fueron, sino por lo que aún son capaces de ofrecer.
La jubilación no tiene por qué vivirse como una pérdida. Para mí ha sido una nueva oportunidad. He encontrado valor en lo simple, propósito en lo cotidiano y ganas de lo que está por venir.
Siguiendo el consejo de Confucio, he convertido esta etapa en mi pasatiempo favorito. Vivo sin cargas ni expectativas externas.
Mi experiencia me ha enseñado que, aunque los sistemas influyen, lo que más pesa es cómo decidimos vivir esta etapa. Como en cualquier parte del camino, somos nosotros quienes elegimos cómo escribir el capítulo que nos toca.
[i] https://elpais.com/economia/2024-09-12/espana-se-pone-a-la-cola-de-europa-en-el-indice-de-calidad-de-las-jubilaciones-la-precariedad-laboral-dana-los-futuros-retiros.html
[i] https://elpais.com/economia/2024-09-12/espana-se-pone-a-la-cola-de-europa-en-el-indice-de-calidad-de-las-jubilaciones-la-precariedad-laboral-dana-los-futuros-retiros.html
Fuente: El País, 12 septiembre 2024
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