jueves, 19 de diciembre de 2024

LEYENDA NEGRA

Ilustración sobre la leyenda negra española

Desmontando la Leyenda Negra: Historia y Revisión Crítica

"La Leyenda Negra Española, tejida con la pluma de la rivalidad y la malinterpretación, no debe oscurecer la rica complejidad y contribuciones de la historia española."



Desmontando la leyenda negra: una mirada crítica a la conquista de América


Hace unos días, navegando por YouTube, me encontré con un video breve del profesor y académico argentino Marcelo Gullo Omodeo. Dura poco más de cinco minutos (dejo el enlace al final), y en ese corto espacio de tiempo plantea argumentos sólidos sobre un tema tan debatido como incómodo: la conquista de América y la narrativa dominante que la rodea.

Conocí su trabajo hace algunos años, cuando comenzó a destacar por su defensa de la gesta española en América, una postura que se aparta claramente de la visión victimista hoy tan extendida. Su ensayo Madre Patria: Desmontando la leyenda negra desde Bartolomé de Las Casas hasta el separatismo catalán ya anticipa, desde el título, la fuerza y el rigor de su discurso. A partir de ese video, exploré más de sus conferencias, entrevistas y escritos. Siempre respaldado por argumentos, fechas, y documentos

Viví cuatro años en Perú. Durante ese tiempo, me encontré repetidamente con una narrativa muy extendida: los españoles masacraron a los pueblos originarios y se llevaron todo su oro. Esa versión, aún presente en ciertos sectores académicos y políticos, no suele ser cuestionada con profundidad.

Un diplomático peruano, amigo mío, me dijo una vez:

“La visión victimista de la colonización española solo la promueven los socialistas autoritarios; ni siquiera los progresistas la apoyan ya.”

Puede que tenga razón —al menos en el plano político—. Sin embargo, el problema persiste cuando los gobiernos latinoamericanos siguen alimentando esa narrativa, como ocurre con Maduro, López Obrador o Petro, cuya lectura del pasado sirve a su ideología del presente.

No solo Marcelo Gullo ha dedicado esfuerzos a desmontar esta construcción. Existen otros autores, tanto españoles como sudamericanos, que han abordado la historia de la conquista con rigor y contexto.

Borja Cardelús, en América Hispánica, plantea tres raíces de la leyenda negra:

  • Política: el ascenso de España como potencia global generó rivalidades con Francia, Inglaterra y Holanda.
  • Económica: la riqueza del continente americano desató la codicia y la propaganda de sus enemigos.
  • Religiosa y cultural: la expansión del cristianismo chocó con los intereses de grupos como la masonería.


Cardelús argumenta que la leyenda negra no nació en América, sino en Europa, como arma política de propaganda.

Según Gullo, el primer rey Borbón, Felipe V, fue uno de los impulsores de la idea de que la conquista fue un desastre. Para ganarse a las élites culturales del momento, su corte promovió obras teatrales que mostraban la colonización como un error. Con el tiempo, esa narrativa contaminó la percepción del propio pueblo español.

En Defendiendo España, Kamen sostiene que la leyenda negra fue usada tanto por enemigos externos como por españoles en momentos de crisis interna. Durante la época napoleónica, liberales y conservadores reescribieron la historia para atacar figuras como Felipe II, según sus propios intereses ideológicos.

Ibáñez, en La leyenda negra. Historia del odio a España, recuerda que potencias como Inglaterra, Francia u Holanda, cometieron auténticos genocidios en América del Norte, Asia, África o Australia, sin haber cargado con una leyenda negra similar. Incluso menciona a Napoleón como uno de los mayores genocidas de la historia, solo superado por Hitler. Y sin embargo, la imagen de España ha sido más duramente atacada, muchas veces desde dentro.

La idea de que unos pocos miles de españoles conquistaron y exterminaron a millones de indígenas no resiste un análisis lógico ni histórico. Francisco Pizarro llegó con apenas 160 hombres y derrotó al imperio inca gracias al apoyo de tribus locales enemigas de los incas, hartas de la opresión del imperio. En México ocurrió algo similar con Hernán Cortés, quien contó con el apoyo de los tlaxcaltecas y otros pueblos sometidos por los mexicas.

Finalmente, si queremos entender los problemas actuales de América Latina, no podemos quedarnos anclados en el siglo XVI. La responsabilidad de la situación actual no recae en los conquistadores, sino en lo ocurrido después de las independencias. Figuras como Simón Bolívar o Pancho Villa no fueron tan puros ni heroicos como algunos discursos los presentan. La historia de la región es más compleja que la visión simplista de “buenos pueblos originarios vs. malos conquistadores”.

No se trata de idealizar la conquista, ni de negar los abusos que se cometieron. Pero sí de dejar de repetir un discurso simplista que ha servido más a la ideología que a la historia. España no fue una potencia colonizadora al estilo inglés o francés. Su presencia en América fue mucho más integradora, con universidades, derechos ciudadanos y mezcla cultural. Es hora de revisar la historia con madurez. De cuestionar los relatos heredados. Y de dejar atrás la comodidad de los victimismos históricos para empezar a hacernos preguntas más profundas.

Enlaces recomendados:

Lecturas sugeridas:

  • Madre Patria, de Marcelo Gullo
  • América Hispánica, de Borja Cardelús
  • Defendiendo España, de Henry Kamen
  • La leyenda negra, de Alberto G. Ibáñez

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