miércoles, 23 de julio de 2025

GARUM. EXQUISITEZ DE SALSA

 




Garum: la salsa fermentada del Imperio romano


Escuché por primera vez la palabra garum en Baelo Claudia, junto a Tarifa. Caminaba entre ruinas romanas bajo el sol gaditano, sin saber que allí, entre foros y templos derruidos, se había fabricado una de las delicias más codiciadas del Imperio. En este yacimiento aún se conservan las estructuras originales donde se procesaba el garum, lo que permite comprender la magnitud y organización de esta industria en época romana. Las cetariae visibles en el lugar muestran cómo el proceso estaba completamente integrado en la actividad económica local, con acceso directo al mar y un sistema logístico para la exportación del producto a otros puntos del Imperio, como Cartago, Roma o Alejandría.

El garum fue una de las salsas más valoradas de la gastronomía romana. Se trataba de un producto elaborado mediante la fermentación de pescado azul (principalmente sardinas, caballas o anchoas) con sal marina. El proceso consistía en alternar capas de vísceras y trozos de pescado con capas de sal en grandes piletas de piedra llamadas cetariae. Estas se exponían al sol durante varias semanas, o incluso meses. El líquido resultante se filtraba cuidadosamente y se utilizaba como condimento en múltiples platos, además de tener aplicaciones en medicina y cosmética.

Desde el punto de vista arqueológico, el estudio del garum ha permitido avanzar en el conocimiento de las técnicas alimentarias antiguas. En excavaciones realizadas en lugares como Adro Vello, en Galicia, se han hallado restos de salsa fermentada en vasijas cerámicas. Mediante análisis genéticos, se ha podido identificar ADN de sardina europea en esos residuos, lo que confirma el tipo de pescado utilizado y demuestra el rigor del proceso, incluso con los medios rudimentarios de la época.

La presencia del garum en todo el ámbito mediterráneo es testimonio de su importancia cultural y económica. No solo era un aderezo popular, sino también un símbolo de sofisticación culinaria. Su uso atravesaba clases sociales y fronteras geográficas, formando parte del día a día de millones de personas en la Antigüedad.

En la actualidad, el estudio del garum continúa ofreciendo información valiosa sobre los hábitos alimenticios, las rutas comerciales y las técnicas de conservación en el mundo romano. Las ruinas de Baelo Claudia, con sus piletas todavía visibles, permiten acercarse a esta parte de la historia con una mirada directa, casi tangible.


domingo, 20 de julio de 2025

FRAUDE FISCAL. SOCIEDADES PANTALLAS



Los defraudadores no solo roban dinero: nos roban el futuro



Hace poco leí un artículo sobre fraude fiscal y el uso de empresas pantalla. Más allá de los datos y las cifras, lo que realmente me indignó fue comprobar cómo este fenómeno refleja un sistema debilitado: sin suficientes recursos, sin el personal necesario para investigarlo a fondo y, lo más grave, sin una voluntad política firme para enfrentarlo. De esa lectura nace esta reflexión: vivimos en un sistema que se deshace por los bordes, y nadie parece querer mirar allí.


Una empresa pantalla es una ficción legal. No tiene empleados, ni oficinas, ni actividad económica real. Existe únicamente para ocultar activos, eludir impuestos y esconder a los verdaderos propietarios. En España, según diversos informes, hay más de 122.000 sociedades con este perfil. Funcionan como muñecas rusas: una empresa dentro de otra, hasta perderse en algún paraíso fiscal.


Un ejemplo común: un chalet de lujo en la Costa del Sol puede estar registrado a nombre de una firma en las Islas Vírgenes Británicas. Y, legalmente, es como si nadie supiera quién lo posee realmente.

Cada euro que se evade es un euro menos para hospitales, escuelas o infraestructuras. Pero el daño no es solo económico. El fraude fiscal alimenta la desigualdad. Mientras la clase trabajadora y los autónomos tributan sin escapatoria, otros esquivan el sistema gracias a estructuras profesionales creadas para ocultar patrimonio.


El Registro de Titularidades Reales fue un paso adelante. Se diseñó para sacar a la luz a los verdaderos propietarios de estas sociedades. Sin embargo, su impacto ha sido limitado: miles de empresas siguen sin declarar la titularidad real, y las inspecciones fiscales no dan abasto. En algunos casos, los datos se actualizan con años de retraso.


Paraísos fiscales: legalidad a medida


Gibraltar, Panamá, Andorra… No son solo lugares exóticos. Son auténticas plataformas de invisibilidad jurídica, desde donde se mueven capitales, se adquieren propiedades y se controlan empresas españolas sin apenas rastro. En algunos despachos fiscales, este tipo de ingeniería está tan normalizada como lo está para un contable calcular un IVA trimestral.

Las leyes nacionales no bastan. Se necesita cooperación internacional, más inspectores, más medios tecnológicos, y sobre todo, voluntad política sin fisuras. Pero dentro del propio Estado también hay resistencias: notarios, registros mercantiles e incluso sectores de Hacienda no siempre reman en la misma dirección.


El patrón que se repite


El fraude fiscal no es nuevo. Cambian los métodos, pero el patrón es siempre el mismo: quienes más tienen, encuentran la forma de aportar menos. Y eso debería escandalizarnos. Porque cuando el sistema se rompe por los márgenes, se rompe para todos.

Lo peor es que muchas veces no se repara… para no molestar a quienes lo doblan desde dentro. Esta pasividad no es solo técnica: es política, institucional y, en cierto modo, cultural.

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sábado, 19 de julio de 2025

MENTE Y UNIVERSO


La mente y el universo: dos misterios conectados


Hoy, mientras escuchaba una entrevista al Dr. Serik Akshulakov —el neurocirujano más reconocido de Kazajistán— me detuve en una afirmación que lanzó con calma: la mente y el universo son las dos entidades más relevantes que existen.

Según él, la mente y el universo representan dos misterios que se reflejan mutuamente. Aunque distintos en apariencia, nacen del mismo origen. No hay certezas absolutas sobre su conexión, pero la búsqueda misma tiene sentido. En algún rincón del cosmos, la materia adquirió conciencia y empezó a preguntarse por su lugar en el todo. Y en ese gesto silencioso reside una de las expresiones más bellas del universo.

Explicaba que la conciencia representa nuestra dimensión más íntima; el universo, la expresión de la vastedad absoluta. Entre ambos extremos se extiende todo lo que somos. La mente construye la realidad que percibimos. El universo es la materia, la energía y el tiempo de donde esa mente emergió. Tuve que repensar en esta diferencia esencial

Aunque distintos, están conectados. La mente es el instrumento que intenta comprender el universo. Y el universo es el escenario donde la mente despierta. Somos materia consciente, una chispa surgida del mismo tejido cósmico.

Dice que la mente nace de la actividad de miles de millones de neuronas que se comunican entre sí mediante impulsos eléctricos y reacciones químicas. Ideas, recuerdos, emociones: todo fluye en esa red compleja.

El universo, por su parte, sigue leyes que desafían la intuición humana. Einstein explicó que el espacio y el tiempo forman un solo tejido, y que la gravedad es la curvatura de ese tejido. La física cuántica mostró fenómenos aún más desconcertantes: partículas que existen en dos estados a la vez o que cambian su comportamiento cuando son observadas.  Esto me dejó alucinado.

Esa interacción entre conciencia y realidad plantea una posibilidad inquietante: que la mente no sea solo un producto pasivo de la biología, sino un actor que forma parte del mismo universo que intenta comprender.

Lea que algunas teorías comparan el cerebro con una radio. Los circuitos son esenciales, pero la señal no está en ellos. Así, la mente podría no generarse en el cerebro, sino sintonizarse. La conciencia sería, entonces, un fenómeno fundamental, no un simple accidente biológico.

Estamos viendo que mientras tanto, la inteligencia artificial avanza. Las máquinas aprenden, responden, generan textos, pintan imágenes. Pero carecen de mente. Procesan información, sí, pero no experimentan ni sienten. La conciencia sigue siendo un fenómeno exclusivamente humano, algo que las máquinas aún no pueden imitar.

El universo refleja esta complejidad en su estructura. Galaxias, agujeros negros, la expansión del espacio: todo indica un orden profundo pero también un misterio inabarcable. Desde la teoría de la relatividad hasta la física cuántica, la ciencia revela un cosmos dinámico y extraño, donde las leyes parecen estar influenciadas por la observación misma.

Lo interesante es que muchas tradiciones antiguas ya intuían esta conexión. El budismo habla de la unidad entre mente y universo. La filosofía moderna, desde Carl Sagan hasta científicos contemporáneos, sugiere que somos la forma en que el cosmos se conoce a sí mismo.

No somos meros testigos. Somos una extensión del propio universo que ha alcanzado la capacidad de mirarse hacia adentro. ¡Vaya posibilidad!

Los astronautas la describen como un “efecto de perspectiva”: una comprensión súbita de que todo está conectado. Momentos como contemplar un cielo estrellado o ver la Tierra desde el espacio despiertan esa sensación de pertenencia, según quienes han volado al espacio. 

La mente no solo analiza el universo; también lo experimenta de manera profunda, emocional y, a veces, casi mística. Es un puente entre lo que percibimos y lo que somos.



viernes, 18 de julio de 2025

FILIPINAS INDEPENDIENTE

 






Filipinas: Entre la Emancipación y la Traición

 

Casi 130 años después de 1898, en España aún es común escuchar el término "El Desastre" para referirse a dicho año. Se perdió Cuba, Puerto Rico y Filipinas. Pero para los filipinos, ¿fue realmente un nuevo comienzo? No del todo. Las élites locales reemplazaron a los colonizadores, pero el pueblo siguió excluido. Y Estados Unidos, lejos de ser un libertador, impuso una nueva forma de dominación.

Filipinas, nombrada en honor al príncipe Felipe (luego Felipe II), fue colonia española desde 1565. En ese contexto nació Emilio Aguinaldo, figura clave del movimiento independentista. Se unió, con 26 años, al Katipunan, la sociedad secreta de Andrés Bonifacio. Tras la muerte de este, Aguinaldo tomó el mando y firmó el Pacto de Biak-na-Bató (1897): exilio en Hong Kong, promesas incumplidas de España y una guerra que continuó en las sombras.


El estallido de la guerra hispano-estadounidense en 1898 dio a Aguinaldo otra oportunidad. Con armas y apoyo de EE. UU., regresó y proclamó la independencia el 12 de junio de ese año. Pero fue una ilusión: seis meses después, en el Tratado de París, España cedió Filipinas a Estados Unidos. La traición era evidente.

En 1899 nació la Primera República Filipina, con Aguinaldo como presidente y Malolos como sede. Fue la primera república constitucional de Asia. Pero la nueva guerra era inevitable. EE. UU. no quería socios, sino control. La guerra filipino-estadounidense fue brutal. Aguinaldo fue capturado en 1901 y obligado a rendirse. La república fue aplastada.

 

Años después, Aguinaldo no ocultaba su amargura: “Los norteamericanos nos traicionaron”, dijo en entrevistas. Prometieron libertad y dieron ocupación. La independencia de 1898 no fue reconocida hasta 1946. Medio siglo de guerra, sumisión cultural y pérdida de soberanía.


Filipinas cambió de amo, pero no de destino. Aguinaldo proclamó la libertad, pero no la consiguió. Su historia refleja la tragedia de muchos pueblos colonizados: lucharon por la emancipación y terminaron en nuevas cadenas.


NATIONAL GEOGRAPHIC

martes, 15 de julio de 2025

SUEÑO LUCIDO

 


Qué son los sueños lúcidos y cómo se experimentan?


“La posibilidad de realizar un sueño es lo que hace que la vida sea interesante.”



Hace un tiempo escuché en un programa de radio sobre los sueños lúcidos. El tema me atrapó: tenía algo de misterio, algo de ciencia y mucho de introspección. No imaginaba entonces que poco después viviría una experiencia muy cercana a ese fenómeno.

Mi breve incursión en ese mundo fue suficiente para despertar el interés. Como toda experiencia significativa, dejó más preguntas que respuestas, pero también una certeza:

Durante una fase REM, tengo un Appel Watch y veo eso de la fase REM,  me desperté brevemente dentro de un sueño. Estaba en un espacio sombrío, parecido a una cueva inmensa, caminando entre edificios familiares. Reconocí a personas de mi pasado profesional. Me di cuenta de que estaba soñando. Cerré los ojos dentro del sueño —como quien decide no salir aún del cine— y, para mi sorpresa, pude seguir caminando. Al despertar, me dije: “Esto ha sido un sueño lúcido”. Intrigado, empecé a leer más. Lo que descubrí fue tan interesante como revelador.

Pasamos un tercio de la vida dormidos.  Está comprobado que m



ás que una curiosidad, los sueños lúcidos son una oportunidad para explorar la mente, vivir experiencias imposibles, enfrentar miedos y, en algunos casos, sanar.

Un sueño lúcido es aquel en el que somos conscientes de estar soñando. A diferencia del sueño común, donde somos espectadores pasivos, en un sueño lúcido podemos decidir, intervenir, explorar. Para algunos ocurre espontáneamente. Otros lo aprenden y lo inducen con práctica. Este tipo de sueños suelen suceder en la fase REM, cuando la actividad cerebral se asemeja a la vigilia. En ese estado, algo se activa: la conciencia se enciende dentro del sueño, y lo que ocurre a partir de allí puede ser transformador.

Estos sueños no es magia, pero requiere práctica y atención. Algunas técnicas recomendadas que he leído son:

  • Reality checks (pruebas de realidad): preguntarse durante el día “¿estoy soñando?” o intentar atravesar una pared. Convertido en hábito, puede replicarse en el sueño.

  • MILD (Inducción Mnemotécnica de Sueños Lúcidos): antes de dormir, visualizarse dentro de un sueño y repetirse la intención de reconocer que se está soñando.

  • WILD (Lucidez Iniciada desde la Vigilia): técnica avanzada para entrar directamente en el sueño sin perder la conciencia.


Según estos estudios llevar un diario de sueños también ayuda. Anotar detalles al despertar mejora la memoria onírica y permite detectar patrones. Con práctica, uno aprende a reconocer sus propios sueños.

Sa neurociencia muestra que durante los sueños lúcidos hay una mayor activación de la corteza prefrontal dorsolateral, vinculada al pensamiento crítico y la toma de decisiones. El cerebro, en cierto modo, despierta dentro del sueño. Desde la experiencia subjetiva, el cambio es total: dejamos de ser arrastrados por el inconsciente y tomamos el control.

Más allá de la curiosidad, los sueños lúcidos parece que tienen aplicaciones prácticas:

  • Terapéuticos: personas con pesadillas recurrentes (como quienes sufren TEPT) pueden reconstruir o interrumpir los sueños, reduciendo su impacto emocional.

  • Creativos: sirven para explorar ideas, ensayar escenas o buscar soluciones imaginarias. Son un laboratorio interior.

  • Espirituales: en tradiciones como el budismo tibetano, el “yoga del sueño” busca la meditación consciente durante el sueño.


El psicólogo Antonio Zadra sostiene que los sueños lúcidos ayudan a enfrentar miedos, resolver conflictos y fortalecer la autoconciencia.

Como toda herramienta potente, también implica riesgos. Personas con trastornos del sueño (insomnio o narcolepsia) pueden experimentar dificultades si intentan mantener la lucidez. Otros pueden sentir desorientación al despertar si confunden sueño y vigilia. Por eso es importante abordar el fenómeno con respeto y sin forzarlo.


El término sueño lúcido fue acuñado en 1913 por el psiquiatra Frederik Van Eeden, aunque culturas antiguas ya lo mencionaban. En los años 70 y 80, Stephen LaBerge demostró su existencia científicamente mediante técnicas de comunicación desde el sueño. Hoy la ciencia lo estudia con creciente interés, y existen comunidades dedicadas a compartir experiencias y métodos.



Dentro del sueño, hay otra forma de despertar.

BOREA

  Me fascina la época de Roma E s evidente. En este blog he ido compartiendo temas y curiosidades que me han sorprendido: teatros, anfiteatr...