domingo, 18 de mayo de 2025

FIEBRE DEL ORO. EL ORIGEN





“El oro vale menos por lo que es, y más por lo que representa.”

Leyendo hoy El País me llamó la atención descubrir que la relación humana con el oro comenzó hace tanto tiempo. El autor del artículo comenta que solemos pensar que las grandes invenciones están ligadas a la era digital o a la ciencia moderna, pero muchas ideas y materiales que usamos hoy tienen un origen mucho más antiguo. Aunque vivimos rodeados de tecnología, muchos avances no han cambiado tanto como creemos el curso de la historia, y algunos descubrimientos antiguos siguen marcando nuestras decisiones colectivas.


Es evidente que la revolución neolítica fue un gran cambio, pero no el único. La invención de la rueda, la navegación y el uso de metales también transformaron el mundo. El cobre fue el primero, seguido por el hierro, el estaño, la plata y el oro. Algunos metales se usaban para fabricar armas o herramientas; otros, como el oro, empezaron a usarse más por su valor simbólico que por su función práctica.
Entre todos, el oro ha tenido el mayor impacto simbólico. Se valoró por su apariencia, su resistencia y su rareza. Lo asociaron con el sol, el prestigio y el poder. En Egipto, por ejemplo, se decía que era el metal de los dioses. Y ese significado ha persistido en muchas culturas. Como escribió Peter L. Bernstein en The Power of Gold (2000), el oro ha movido imperios, ha afectado economías, ha estado detrás de guerras y ha marcado el destino de personas y sociedades enteras.

Saber que algunas de las primeras muestras de esta fiebre por el oro son unas cuentas enterradas en un montículo en Bulgaria deja claro que esta obsesión es muy antigua. Desde entonces, el oro ha sido visto como algo valioso, aunque no sirva para comer, curar o construir. Aun así, ha sido tratado como símbolo de poder y riqueza durante miles de años.

La atracción por el oro no es nueva. Desde hace milenios, las personas lo valoran, lo buscan y lo usan como señal de estatus y poder. La codicia y el deseo por este metal forman parte de la historia humana desde sus inicios.


Fuente: Basado en el artículo de David Álvarez publicado en El País, titulado “El origen de la fiebre del oro”, con información del estudio “Prehistoric Metallurgy of Gold: Gold Artifacts from Tell Yunatsite, Southern Bulgaria” publicado en Archaeologia Bulgarica.

miércoles, 14 de mayo de 2025

CUANTOS

 



Hace unos días, leyendo National Geographic, me encontré con un tema que me llamó la atención: la catástrofe ultravioleta. Aunque suena a ciencia ficción, fue un problema real que cambió la historia de la física.

Explicaban en el articulo, que todo empezó cuando los científicos intentaron explicar cómo los objetos calientes emiten luz, como una estufa encendida, el filamento de una bombilla o el Sol. Usando las leyes de la física clásica, lograban buenos resultados en algunas partes del espectro de luz, pero al calcular la energía en la zona ultravioleta, las ecuaciones decían que debía ser infinita.
Esto era absurdo. Si fuera cierto, una simple taza de café irradiaría tanta energía ultravioleta que sería peligroso mirarla. Como esto no pasaba, estaba claro que algo en la teoría estaba mal.

Este error, conocido como catástrofe ultravioleta, mostró que la física clásica tenía límites. Era como encontrar una grieta en un edificio que parecía sólido. Esta contradicción llevó a buscar nuevas respuestas.

Hubo un físico alemán Max Planck que propuso una idea diferente.
 Según él la energía se intercambia solo en cantidades fijas, "cuantos" no de forma gradual. Esto contradecía la física clásica y abrió el camino a una comprensión radicalmente diferente de la materia y la luz, sentando las bases de la teoría cuántica que hoy es esencial para la ciencia moderna.

La catástrofe ultravioleta no fue solo un error matemático. Fue el motor de una revolución científica. Gracias a la física cuántica, hoy tenemos computadoras, láseres, energía solar y un conocimiento mucho más profundo del cosmos.
A veces, los errores abren la puerta a los grandes descubrimientos.

Cada dia me sorprendo con este tipo de cosas.

martes, 13 de mayo de 2025

EL SÍNODO DEL TERROR

 


El Sínodo del Terror: Cuando la política desenterró a un papa


En la larga historia de la Iglesia católica hay episodios que rozan lo increíble, pero pocos tan macabros y absurdos como el Sínodo del Terror —también conocido como el Concilio Cadavérico. Ocurrió en el año 897, cuando el papa Esteban VI mandó exhumar el cadáver de su predecesor, Formoso, para someterlo a juicio. Sí, literalmente juzgó a un cadáver. Este grotesco evento fue el reflejo de un papado sumido en luchas de poder, manipulado por intereses nobles y rivalidades políticas.

Un papado atrapado entre facciones

Durante los siglos IX y X, el papado no era el centro espiritual que muchos imaginan hoy. Era un campo de batalla político. El trono de San Pedro se disputaba entre familias nobles romanas, emperadores y caudillos regionales. En este entorno, los papas eran muchas veces peones. Se les coronaba, se les destituía o se les eliminaba dependiendo de quién tenía el control en ese momento.

El conflicto detrás de la tumba

Formoso, elegido papa en 891, navegó estas aguas turbulentas como pudo. Primero apoyó al emperador Lamberto de Spoleto, pero luego cambió de bando y coronó a Arnulfo de Carintia como nuevo emperador. Esta traición fue un error grave: Lamberto y su madre, Ageltruda, no lo olvidaron ni siquiera después de su muerte.

El juicio al cadáver

Nueve meses después del fallecimiento de Formoso, Esteban VI —probablemente presionado por la familia Spoleto— organizó un sínodo sin precedentes: un juicio post mortem. El cadáver del papa fue desenterrado, vestido con sus ropas papales y sentado en un trono en la Basílica de San Juan de Letrán. Un diácono hablaba en su nombre mientras Esteban lo acusaba de perjurio y de haber usurpado el papado.

El resultado fue tan grotesco como predecible. El cuerpo fue declarado culpable, se anularon sus decisiones, se le arrancaron los dedos de la bendición y finalmente fue arrojado al río Tíber.

La reacción: un giro brutal

El espectáculo fue tan extremo que la propia Roma reaccionó con furia. La población se volvió contra Esteban VI, quien acabó depuesto, encarcelado y finalmente estrangulado en prisión. Poco después, el papa Teodoro II rehabilitó la memoria de Formoso, recuperó sus restos y los enterró de nuevo con honores. Su sucesor, Juan IX, prohibió cualquier otro juicio post mortem.

Lo que nos deja este episodio

El Sínodo del Terror no fue solo un acto aberrante, fue un síntoma. Mostró cuán profundamente la política podía distorsionar las instituciones religiosas. El papado de la Alta Edad Media estaba lejos de ser un poder moral incuestionable: era vulnerable, volátil y a merced de intereses seculares.

Este escándalo marcó un punto de inflexión. Aunque aún faltaban siglos para una verdadera reforma, el episodio dejó claro que algo debía cambiar. La Iglesia necesitaba fortalecerse desde dentro, alejándose del control de las facciones y del caos que ellas generaban.

¿Quieres saber más?
Puedes leer un análisis más profundo en el artículo original de National Geographic.

domingo, 11 de mayo de 2025

FINLANDIA. EL PAIS MAS FELIZ



“Si algo te hace feliz, seguro que dura poco” — Finlandia y la paradoja de la felicidad estable"



Durante ocho años consecutivos, Finlandia ha encabezado el Informe Mundial de la Felicidad. ¿Por qué? La respuesta no está en el dinero, el clima o una fórmula secreta, sino en una serie de factores bien integrados que hacen de Finlandia un país donde la vida, aunque no perfecta, se vive con tranquilidad, confianza y equilibrio.

En Finlandia, la gente confía. Confía en sus instituciones, en sus vecinos y en que las reglas funcionan. Este tipo de cohesión social es difícil de medir, pero se siente. Los finlandeses creen que sus conciudadanos actuarán con responsabilidad. Por ejemplo, más del 90% considera que pagar impuestos no es solo un deber legal, sino un compromiso con el bien común.

Finlandia tiene un sistema público que responde. Sanidad, educación y seguridad social son accesibles, eficientes y universales. Esto le permite a la gente vivir con menos miedo. Cambiar de trabajo, estudiar algo nuevo, tener hijos o emprender no es una apuesta a todo o nada. Si algo sale mal, el sistema te sostiene.

La política finlandesa no es perfecta, pero es predecible, limpia y transparente. Hay poca corrupción, las decisiones se basan en evidencia, y el Estado no está capturado por intereses particulares.

A diferencia de muchas sociedades donde el éxito se mide en riqueza o estatus, en Finlandia se valora la vida sencilla. Tiempo libre, naturaleza, privacidad, equilibrio entre trabajo y descanso. No es una cultura de la euforia, sino de la serenidad.

El último informe de 2025 sitúa nuevamente a los países nórdicos entre los primeros lugares: Dinamarca, Islandia, Suecia… Todos comparten políticas de bienestar sólidas, cultura cívica fuerte y un compromiso serio con la equidad.

En cambio, países como Estados Unidos han descendido posiciones. A pesar de su riqueza, la polarización, el aislamiento social y la desconfianza en las instituciones están pasando factura.

La felicidad en Finlandia no es una fiesta eterna. Es más bien una sensación de que la vida tiene sentido, que hay seguridad, que los riesgos están controlados y que uno no está solo. Es una felicidad estructural, no emocional.

Finlandia muestra que la felicidad duradera no depende de climas tropicales ni de grandes fortunas. Se construye con instituciones confiables, servicios públicos sólidos, igualdad real y una cultura que valora lo simple.

lunes, 5 de mayo de 2025

ESPAÑOLES EN EL VATICANO. LOS PAPAS


Papas de la Iglesia Católica nacidos en España: Historia, poder y legado 

 En estos días en los que la Iglesia Católica se prepara para un nuevo cónclave tras el fallecimiento del Papa Francisco, el mundo vuelve la mirada hacia la historia del papado y la influencia que distintas naciones han ejercido en su evolución. España, con una arraigada tradición cristiana que se remonta a los primeros siglos de nuestra era, ha sido cuna de varias figuras decisivas para la historia eclesiástica. Aunque solo tres papas nacidos en lo que hoy es territorio español han sido reconocidos oficialmente, su huella ha sido profunda y duradera. 

 
San Dámaso I (366–384): el primer papa hispano 

Considerado el primer papa de origen hispano, Dámaso nació en Galicia en el siglo IV, aunque se trasladó a Roma siendo muy joven. Su pontificado se desarrolló en un contexto convulso, marcado por disputas internas dentro del cristianismo y la consolidación de la Iglesia como institución. Fue un ferviente defensor de la ortodoxia frente a las herejías arrianas y jugó un papel clave en definir la identidad del cristianismo occidental. Uno de sus mayores legados fue impulsar el uso del latín como lengua litúrgica de la Iglesia. Además, encargó a San Jerónimo la traducción de la Biblia al latín —la famosa Vulgata—, una obra que influiría durante siglos en el pensamiento y la espiritualidad cristiana. También fomentó la veneración de los mártires y promovió la construcción de basílicas sobre sus tumbas, sentando las bases de la tradición monumental cristiana en Roma. 

 Calixto III (1455–1458)

el papa cruzado Alfonso de Borja nació en Xàtiva (Valencia) en el siglo XV. Antes de ser elegido papa, fue un prestigioso jurista y diplomático al servicio de la Corona de Aragón. Su elección como pontífice marcó el inicio de la influencia de la familia Borja en Roma, una saga que dejaría una huella imborrable en la historia de la Iglesia. Calixto III es conocido por sus esfuerzos por organizar una cruzada contra el Imperio Otomano tras la caída de Constantinopla en 1453. Aunque no logró reunir la fuerza militar deseada, sí promovió fervientemente la causa de la cristiandad frente al avance islámico. También es recordado por rehabilitar la figura de Juana de Arco, injustamente condenada por herejía años antes. Durante su pontificado, favoreció la carrera eclesiástica de su sobrino Rodrigo, quien años después se convertiría en el papa Alejandro VI.  

Alejandro VI (1492–1503)

 poder, renacimiento y controversia Rodrigo de Borja, también nacido en Xàtiva, alcanzó el trono pontificio gracias a una combinación de astucia política y ambición familiar. Su papado ha sido uno de los más controvertidos de la historia de la Iglesia, pero también uno de los más influyentes. Gobernó en plena efervescencia del Renacimiento italiano y su corte fue centro de mecenazgo artístico y cultural, pero también de escándalos relacionados con el nepotismo, las intrigas y el poder secular de la Iglesia. Alejandro VI no dudó en utilizar su posición para asegurar el futuro de su familia: sus hijos César y Lucrecia Borgia se convirtieron en figuras icónicas —y polémicas— del poder renacentista. Uno de los actos más trascendentales de su papado fue la promulgación de la Bula Inter Caetera en 1493, documento que dividía el Nuevo Mundo entre España y Portugal y legitimaba la expansión de la monarquía española en América. Esta decisión tendría consecuencias históricas que aún resuenan. 

 
¿Y el Papa Luna? 

La figura de Benedicto XIII Pedro Martínez de Luna, conocido como el Papa Luna, nació en Illueca (Aragón) y fue una figura central durante el Cisma de Occidente, un periodo en que la Iglesia vivió una profunda crisis de autoridad con varios papas reclamando la legitimidad. Aunque fue elegido pontífice en Aviñón bajo el nombre de Benedicto XIII, la Iglesia no lo reconoce oficialmente como papa legítimo, clasificándolo como antipapa. Sin embargo, su figura ha perdurado en la memoria popular y académica. Famoso por su obstinación y erudición, el Papa Luna nunca renunció a su cargo y murió en el castillo de Peñíscola convencido de su legitimidad. Hoy, su historia sigue inspirando literatura, teatro y debate histórico. 

Los Borja (Borgia): una familia entre el cielo y el poder 

La familia Borja representa como pocas el cruce entre espiritualidad y poder político en la Europa del Renacimiento. De origen aragonés, los Borja conquistaron Roma y marcaron una era de esplendor y escándalo. Además de los papas Calixto III y Alejandro VI, destacaron figuras como César Borgia, militar y estratega temido incluso por Maquiavelo, y Lucrecia Borgia, noble culta y mecenas de las artes. A pesar de la mala fama que ha acompañado a la familia —alimentada por sus enemigos y por siglos de crónicas—, su influencia fue clave en la transformación de la Iglesia y en el desarrollo cultural de la época. 

Un legado hispano en la historia del papado España ha tenido un papel destacado, aunque limitado numéricamente, en la historia del papado. San Dámaso I, Calixto III y Alejandro VI son los tres papas nacidos en territorio español que forman parte de la lista oficial de la Iglesia Católica. A ellos se suma, de manera oficiosa, el Papa Luna, cuya figura sigue generando fascinación. Este legado hispano en la cúpula de la Iglesia nos recuerda que el cristianismo no solo ha sido una cuestión de fe, sino también de cultura, política y poder. Y que, en más de una ocasión, la historia del papado ha tenido sabor español.

ESTOICISMO, CAOS Y SIMULACIÓN: EL ARTE DE ELEGIR

Estoicismo, Caos y Simulación Este artículo resume un ensayo en el que analizo tres enfoques diferentes —Estoicismo, Teoría del Caos e ...