miércoles, 14 de mayo de 2025

CUANTOS

 



Hace unos días, leyendo National Geographic, me encontré con un tema que me llamó la atención: la catástrofe ultravioleta. Aunque suena a ciencia ficción, fue un problema real que cambió la historia de la física.

Explicaban en el articulo, que todo empezó cuando los científicos intentaron explicar cómo los objetos calientes emiten luz, como una estufa encendida, el filamento de una bombilla o el Sol. Usando las leyes de la física clásica, lograban buenos resultados en algunas partes del espectro de luz, pero al calcular la energía en la zona ultravioleta, las ecuaciones decían que debía ser infinita.
Esto era absurdo. Si fuera cierto, una simple taza de café irradiaría tanta energía ultravioleta que sería peligroso mirarla. Como esto no pasaba, estaba claro que algo en la teoría estaba mal.

Este error, conocido como catástrofe ultravioleta, mostró que la física clásica tenía límites. Era como encontrar una grieta en un edificio que parecía sólido. Esta contradicción llevó a buscar nuevas respuestas.

Hubo un físico alemán Max Planck que propuso una idea diferente.
 Según él la energía se intercambia solo en cantidades fijas, "cuantos" no de forma gradual. Esto contradecía la física clásica y abrió el camino a una comprensión radicalmente diferente de la materia y la luz, sentando las bases de la teoría cuántica que hoy es esencial para la ciencia moderna.

La catástrofe ultravioleta no fue solo un error matemático. Fue el motor de una revolución científica. Gracias a la física cuántica, hoy tenemos computadoras, láseres, energía solar y un conocimiento mucho más profundo del cosmos.
A veces, los errores abren la puerta a los grandes descubrimientos.

Cada dia me sorprendo con este tipo de cosas.

martes, 13 de mayo de 2025

EL SÍNODO DEL TERROR

 


El Sínodo del Terror: Cuando la política desenterró a un papa


En la larga historia de la Iglesia católica hay episodios que rozan lo increíble, pero pocos tan macabros y absurdos como el Sínodo del Terror —también conocido como el Concilio Cadavérico. Ocurrió en el año 897, cuando el papa Esteban VI mandó exhumar el cadáver de su predecesor, Formoso, para someterlo a juicio. Sí, literalmente juzgó a un cadáver. Este grotesco evento fue el reflejo de un papado sumido en luchas de poder, manipulado por intereses nobles y rivalidades políticas.

Un papado atrapado entre facciones

Durante los siglos IX y X, el papado no era el centro espiritual que muchos imaginan hoy. Era un campo de batalla político. El trono de San Pedro se disputaba entre familias nobles romanas, emperadores y caudillos regionales. En este entorno, los papas eran muchas veces peones. Se les coronaba, se les destituía o se les eliminaba dependiendo de quién tenía el control en ese momento.

El conflicto detrás de la tumba

Formoso, elegido papa en 891, navegó estas aguas turbulentas como pudo. Primero apoyó al emperador Lamberto de Spoleto, pero luego cambió de bando y coronó a Arnulfo de Carintia como nuevo emperador. Esta traición fue un error grave: Lamberto y su madre, Ageltruda, no lo olvidaron ni siquiera después de su muerte.

El juicio al cadáver

Nueve meses después del fallecimiento de Formoso, Esteban VI —probablemente presionado por la familia Spoleto— organizó un sínodo sin precedentes: un juicio post mortem. El cadáver del papa fue desenterrado, vestido con sus ropas papales y sentado en un trono en la Basílica de San Juan de Letrán. Un diácono hablaba en su nombre mientras Esteban lo acusaba de perjurio y de haber usurpado el papado.

El resultado fue tan grotesco como predecible. El cuerpo fue declarado culpable, se anularon sus decisiones, se le arrancaron los dedos de la bendición y finalmente fue arrojado al río Tíber.

La reacción: un giro brutal

El espectáculo fue tan extremo que la propia Roma reaccionó con furia. La población se volvió contra Esteban VI, quien acabó depuesto, encarcelado y finalmente estrangulado en prisión. Poco después, el papa Teodoro II rehabilitó la memoria de Formoso, recuperó sus restos y los enterró de nuevo con honores. Su sucesor, Juan IX, prohibió cualquier otro juicio post mortem.

Lo que nos deja este episodio

El Sínodo del Terror no fue solo un acto aberrante, fue un síntoma. Mostró cuán profundamente la política podía distorsionar las instituciones religiosas. El papado de la Alta Edad Media estaba lejos de ser un poder moral incuestionable: era vulnerable, volátil y a merced de intereses seculares.

Este escándalo marcó un punto de inflexión. Aunque aún faltaban siglos para una verdadera reforma, el episodio dejó claro que algo debía cambiar. La Iglesia necesitaba fortalecerse desde dentro, alejándose del control de las facciones y del caos que ellas generaban.

¿Quieres saber más?
Puedes leer un análisis más profundo en el artículo original de National Geographic.

domingo, 11 de mayo de 2025

FINLANDIA. EL PAIS MAS FELIZ



“Si algo te hace feliz, seguro que dura poco” — Finlandia y la paradoja de la felicidad estable"



Durante ocho años consecutivos, Finlandia ha encabezado el Informe Mundial de la Felicidad. ¿Por qué? La respuesta no está en el dinero, el clima o una fórmula secreta, sino en una serie de factores bien integrados que hacen de Finlandia un país donde la vida, aunque no perfecta, se vive con tranquilidad, confianza y equilibrio.

En Finlandia, la gente confía. Confía en sus instituciones, en sus vecinos y en que las reglas funcionan. Este tipo de cohesión social es difícil de medir, pero se siente. Los finlandeses creen que sus conciudadanos actuarán con responsabilidad. Por ejemplo, más del 90% considera que pagar impuestos no es solo un deber legal, sino un compromiso con el bien común.

Finlandia tiene un sistema público que responde. Sanidad, educación y seguridad social son accesibles, eficientes y universales. Esto le permite a la gente vivir con menos miedo. Cambiar de trabajo, estudiar algo nuevo, tener hijos o emprender no es una apuesta a todo o nada. Si algo sale mal, el sistema te sostiene.

La política finlandesa no es perfecta, pero es predecible, limpia y transparente. Hay poca corrupción, las decisiones se basan en evidencia, y el Estado no está capturado por intereses particulares.

A diferencia de muchas sociedades donde el éxito se mide en riqueza o estatus, en Finlandia se valora la vida sencilla. Tiempo libre, naturaleza, privacidad, equilibrio entre trabajo y descanso. No es una cultura de la euforia, sino de la serenidad.

El último informe de 2025 sitúa nuevamente a los países nórdicos entre los primeros lugares: Dinamarca, Islandia, Suecia… Todos comparten políticas de bienestar sólidas, cultura cívica fuerte y un compromiso serio con la equidad.

En cambio, países como Estados Unidos han descendido posiciones. A pesar de su riqueza, la polarización, el aislamiento social y la desconfianza en las instituciones están pasando factura.

La felicidad en Finlandia no es una fiesta eterna. Es más bien una sensación de que la vida tiene sentido, que hay seguridad, que los riesgos están controlados y que uno no está solo. Es una felicidad estructural, no emocional.

Finlandia muestra que la felicidad duradera no depende de climas tropicales ni de grandes fortunas. Se construye con instituciones confiables, servicios públicos sólidos, igualdad real y una cultura que valora lo simple.

lunes, 5 de mayo de 2025

ESPAÑOLES EN EL VATICANO. LOS PAPAS


Papas de la Iglesia Católica nacidos en España: Historia, poder y legado 

 En estos días en los que la Iglesia Católica se prepara para un nuevo cónclave tras el fallecimiento del Papa Francisco, el mundo vuelve la mirada hacia la historia del papado y la influencia que distintas naciones han ejercido en su evolución. España, con una arraigada tradición cristiana que se remonta a los primeros siglos de nuestra era, ha sido cuna de varias figuras decisivas para la historia eclesiástica. Aunque solo tres papas nacidos en lo que hoy es territorio español han sido reconocidos oficialmente, su huella ha sido profunda y duradera. 

 
San Dámaso I (366–384): el primer papa hispano 

Considerado el primer papa de origen hispano, Dámaso nació en Galicia en el siglo IV, aunque se trasladó a Roma siendo muy joven. Su pontificado se desarrolló en un contexto convulso, marcado por disputas internas dentro del cristianismo y la consolidación de la Iglesia como institución. Fue un ferviente defensor de la ortodoxia frente a las herejías arrianas y jugó un papel clave en definir la identidad del cristianismo occidental. Uno de sus mayores legados fue impulsar el uso del latín como lengua litúrgica de la Iglesia. Además, encargó a San Jerónimo la traducción de la Biblia al latín —la famosa Vulgata—, una obra que influiría durante siglos en el pensamiento y la espiritualidad cristiana. También fomentó la veneración de los mártires y promovió la construcción de basílicas sobre sus tumbas, sentando las bases de la tradición monumental cristiana en Roma. 

 Calixto III (1455–1458)

el papa cruzado Alfonso de Borja nació en Xàtiva (Valencia) en el siglo XV. Antes de ser elegido papa, fue un prestigioso jurista y diplomático al servicio de la Corona de Aragón. Su elección como pontífice marcó el inicio de la influencia de la familia Borja en Roma, una saga que dejaría una huella imborrable en la historia de la Iglesia. Calixto III es conocido por sus esfuerzos por organizar una cruzada contra el Imperio Otomano tras la caída de Constantinopla en 1453. Aunque no logró reunir la fuerza militar deseada, sí promovió fervientemente la causa de la cristiandad frente al avance islámico. También es recordado por rehabilitar la figura de Juana de Arco, injustamente condenada por herejía años antes. Durante su pontificado, favoreció la carrera eclesiástica de su sobrino Rodrigo, quien años después se convertiría en el papa Alejandro VI.  

Alejandro VI (1492–1503)

 poder, renacimiento y controversia Rodrigo de Borja, también nacido en Xàtiva, alcanzó el trono pontificio gracias a una combinación de astucia política y ambición familiar. Su papado ha sido uno de los más controvertidos de la historia de la Iglesia, pero también uno de los más influyentes. Gobernó en plena efervescencia del Renacimiento italiano y su corte fue centro de mecenazgo artístico y cultural, pero también de escándalos relacionados con el nepotismo, las intrigas y el poder secular de la Iglesia. Alejandro VI no dudó en utilizar su posición para asegurar el futuro de su familia: sus hijos César y Lucrecia Borgia se convirtieron en figuras icónicas —y polémicas— del poder renacentista. Uno de los actos más trascendentales de su papado fue la promulgación de la Bula Inter Caetera en 1493, documento que dividía el Nuevo Mundo entre España y Portugal y legitimaba la expansión de la monarquía española en América. Esta decisión tendría consecuencias históricas que aún resuenan. 

 
¿Y el Papa Luna? 

La figura de Benedicto XIII Pedro Martínez de Luna, conocido como el Papa Luna, nació en Illueca (Aragón) y fue una figura central durante el Cisma de Occidente, un periodo en que la Iglesia vivió una profunda crisis de autoridad con varios papas reclamando la legitimidad. Aunque fue elegido pontífice en Aviñón bajo el nombre de Benedicto XIII, la Iglesia no lo reconoce oficialmente como papa legítimo, clasificándolo como antipapa. Sin embargo, su figura ha perdurado en la memoria popular y académica. Famoso por su obstinación y erudición, el Papa Luna nunca renunció a su cargo y murió en el castillo de Peñíscola convencido de su legitimidad. Hoy, su historia sigue inspirando literatura, teatro y debate histórico. 

Los Borja (Borgia): una familia entre el cielo y el poder 

La familia Borja representa como pocas el cruce entre espiritualidad y poder político en la Europa del Renacimiento. De origen aragonés, los Borja conquistaron Roma y marcaron una era de esplendor y escándalo. Además de los papas Calixto III y Alejandro VI, destacaron figuras como César Borgia, militar y estratega temido incluso por Maquiavelo, y Lucrecia Borgia, noble culta y mecenas de las artes. A pesar de la mala fama que ha acompañado a la familia —alimentada por sus enemigos y por siglos de crónicas—, su influencia fue clave en la transformación de la Iglesia y en el desarrollo cultural de la época. 

Un legado hispano en la historia del papado España ha tenido un papel destacado, aunque limitado numéricamente, en la historia del papado. San Dámaso I, Calixto III y Alejandro VI son los tres papas nacidos en territorio español que forman parte de la lista oficial de la Iglesia Católica. A ellos se suma, de manera oficiosa, el Papa Luna, cuya figura sigue generando fascinación. Este legado hispano en la cúpula de la Iglesia nos recuerda que el cristianismo no solo ha sido una cuestión de fe, sino también de cultura, política y poder. Y que, en más de una ocasión, la historia del papado ha tenido sabor español.

sábado, 3 de mayo de 2025

NO TODO LO QUE PIENSAS VA A SUCEDER

La solución de un problema crea automáticamente nuevos problemas.


Coincido sin ser experto con la mirada del neurocientífico que inspira estas líneas. La mayoría de los pensamientos que anticipan problemas no se cumplen y, sin embargo, les damos crédito. En ocasiones he visto en personas a mi alrededor esto. No se trata de negar emociones ni de imponer optimismo, sino de aprender a mirar con más distancia, de observar sin reaccionar. Lo que propone no es silenciar la mente, sino ponerla en su sitio. Y eso, hoy más que nunca, es esencial.

Vivimos acompañados, casi sin darnos cuenta, por un flujo constante de pensamientos que anticipan desgracias. Imaginamos conflictos, pérdidas, enfermedades, fracasos. La mente, en su intento de protegernos, se adelanta con hipótesis y escenarios que rara vez llegan a hacerse realidad. Pero aunque no sucedan, su peso emocional es real. Para determinadas personas es angustioso. Nos preocupamos, nos tensamos, sufrimos por adelantado. Y lo más paradójico es que la mayoría de esos pensamientos nunca se cumplirán.

Frente a esta evidencia, un enfoque propuesto desde la neurociencia resulta especialmente lúcido. No se trata de imponer silencio mental ni de repetir mantras de optimismo forzado. Tampoco de negar lo que sentimos. Nadie esta libre de un pensamiento inicial negativo. El objetivo no es fingir que todo está bien, sino mirar con más claridad lo que nos pasa por dentro. Observar nuestros pensamientos sin creer en todos ellos. Tener una idea no la convierte en verdad. No todo lo que aparece en la mente es una señal de alarma que debamos obedecer y aceptar.

El problema no es que pensemos —eso es inevitable—, sino que reaccionamos como si cada pensamiento negativo fuese una advertencia certera, una amenaza que debemos atender. Así, lo ficticio toma cuerpo y se convierte en sufrimiento. Lo que propone este enfoque es simple pero poderoso: cultivar una mirada más crítica hacia lo que pensamos, sin negar ni reprimir, pero sin entregarnos sin filtro a la narrativa mental.

En tiempos de incertidumbre, esta práctica puede actuar como un pequeño salvavidas. Nos recuerda que, aunque no podamos evitar que ciertos pensamientos aparezcan, sí podemos elegir cuánto poder les damos. Debemos observar sin reaccionar de inmediato, sentir sin dramatizar, respirar antes de interpretar. No se trata de eliminar pensamientos incómodos ni emociones intensas. Se trata de dejar de obedecerlos como si fueran órdenes, de poner una distancia mínima, la justa para poder decidir. Porque hay una  diferencia esencial entre tener un pensamiento y vivir según él.

Este proceso requiere de atención, conciencia y práctica. Es imperativo aprender a identificar cuándo nos encontramos inmersos en una ficción mental y concedernos la autorización para liberarnos de dicha ilusión, no como una estrategia para evadirse, sino como un método para vivir con mayor lucidez. En un contexto caracterizado por la prevalencia de la ansiedad, este mensaje no se trata de un mero eslogan de autoayuda. Se trata de una invitación a ejercitar una forma distinta de inteligencia, mediante la cual se invita a no creer ciegamente en todo lo que se piensa.

CATÁSTROFES EN ESPAÑA

  ¿FALLOS DE ÉPOCA O RESPONSABILIDAD POLÍTICA?   Hoy, un periódico de Alicante recuerda la explosión ocurrida en la armería   El Gato , en l...